Ritual de Mal de ojo

La creencia en el mal de ojo abarca todas las civilizaciones y épocas. Consiste en asumir que alguien, sólo con realizar cierta mirada, puede causar desdicha e incluso al muerte al objeto de su maldición. Por extensión, los supuestos afectados creen que son susceptibles de recibir esa negatividad y les perjudica en su vida.

Sin entrar en el debate sobre la existencia real o no del mal de ojo, la mente humana es lo suficientemente poderosa como para somatizar en el cuerpo físico la angustia mental. Esto implica que los males de ojo, reales o imaginados, son un riesgo para la salud de quien crea estar bajo su influencia.

Limpieza del mal de ojo

La variedad de rituales de limpieza y curación son tan variados como los preventivos. Uno frecuente es el del huevo, que consiste en pasar el huevo por el afectado, romperlo y verterlo en un vaso con agua.

Proceso del mal de ojo

El mal de ojo puede desencadenarse con premeditación, o de forma involuntaria. Puede que una persona más envidiosa de lo normal lo desencadene sin siquiera tener presente la persona que envidia, solo con su poder mental. Popularmente, se achacan al mal de ojo síntomas como el cansancio, la enfermedad, accidentes inexplicables o el infortunio en general. Dichos pesares podrían afectar a la persona atacada y a sus allegados o posesiones materiales.

Protección contra el mal de ojo

En siglos pasados, existía la creencia de que las brujas realizaban encargos de mal de ojo por parte de gente vengativa por desamor, o envidiosa por otras causas. Se formuló una hipótesis sobre la relación del término “envidia” con la expresión del griego antiguo que significa: “mirar con mal ojo”.

Los rituales que se muestran en la web de Tarot Luna María se ofrecen sólo con ánimo divulgativo. La eficacia de cualquier ritual o hechizo depende de que lo ejecute una persona iniciada en las artes mágicas.

Prevención contra el mal de ojo

En el aspecto preventivo destaca la interposición de objetos considerados protectores entre la persona u hogar y el mal de ojo. Estos objetos se denominan apotropaicos, es decir, que alejan el mal y atraen el bien. Desde los antiguos griegos marcando con barro la frente de sus hijos, hasta la cruz de Caravaca en España, o la variedad de estampas de santos y amuletos, la cultura popular y las religiones proveen de numerosos elementos de protección.