
Amarres
Los rituales de amarres amorosos son peticiones frecuentes a los proveedores de servicios esotéricos. El amor, la fortuna, el trabajo y la salud acaparan casi todas las solicitudes de rituales y hechizos. Los amarres suelen requerir su repetición durante ciertos períodos temporales. Los conjuros se pueden reforzar con amuletos. Si la convivencia de una pareja está muy deteriorada, el rito puede mejorarla.

Ejemplos de amarres de amor
Los amarres que se mencionan como ejemplo se publican con propósitos divulgativos. No existe evidencia de su eficacia si se llevan a la práctica sin haber recibido asesoramiento de personas iniciadas en los citados rituales. El rosa es el color asociado al amor, y como potenciador del rito sirve el vestir con alguna prenda de dicho tono mientras se realiza.
Ritual de amarre para encontrar a la persona merecedora del amor
El ritual busca que concentres tu energía vital en encontrar a la persona ideal para ti, pues sabrá valorarte. Para su correcto funcionamiento, quien solicite el ritual debe mantener la mentalidad abierta a cualquier posibilidad que surja, y no obcecarse en recibir una respuesta determinada a su petición. SE necesitan los siguientes ingredientes: tres rosas, una vela, un fragmento de tela, laurel, eucalipto y canela en rama.
Las rosas se introducen en un jarrón con agua. Se enciende la vela con cerillas de madera. Se hace un saquito con la tela y se mete dentro la canela, una hoja de laurel y la ramita de eucalipto. Se cierra con una cuerda, se coloca sobre una mesa y se recita de viva voz cierto conjuro de amarre.
Ritual de amarre para que el amor resulte correspondido
El conjuro sirve para que la atención del ser amado se dirija hacia el peticionario del rito. Una vez concitada su atención, la persona será receptiva a la energía amorosa emitida. Para apoyar el ritual, la persona debe quererse a sí misma, y también ser detallista (pequeños detalles, nada ostentoso ni caro) con el objeto de su amor.
Se necesitan los siguientes ingredientes: una rosa, un jazmín, una vela roja y un papel. Se colocan las flores sobre una mesa y la vela entre ellas. Se enciende con cerillas de madera, pues para los rituales no sirven los encendedores. Se escribe en el papel el nombre del ser amado y se recita un conjuro peticionario con voz alta. Finalmente, se quema el papel con la vela.